Foto en un primer plano muy próximo, con el tele o macro del alcoholímetro marcando unos 55 grados. Los Corazones Después de las inservibles Cabezas, la siguiente fase de la destilación son los Corazones. Esta es fase que nos interesa, el objetivo de la destilación. El aguardiente que se va vertiendo es fundamentalmente etanol acompañado de algunos compuestos organolépticos provenientes del vino de origen que le confiere gusto, aroma y carácter. La temperatura (medida en el capuchón del alambique) debe ir subiendo hasta alcanzar los 78º C. Temperatura a la que hierve el alcohol etílico, pero en cualquier caso no sobrepasar los 90º C. para no correr el riesgo de evaporar el agua de la mezcla. Este aguardiente es perfectamente consumible tal cual. Los gallegos, maestros inmemoriales de la destilación, lo llaman orujo. Pero también son la base para la obtención de licores mediante la maceración y/o el envejecimiento en barricas. La graduación alcohólica va desde los 70 grados alcohólicos ...